El lenguaje corporal ha sido objeto de mucho estudio y también origen de bastantes mitos como el que dice que el 93% de la comunicación es no verbal.
A pesar de que se ha popularizado porque mucha gente que lo ha leído se ha dedicado a repetirlo, el verdadero estudio que inició esa creencia presenta demasiadas deficiencias como para ser tomado al pie de la letra, tal y como ya comenté en el artículo sobre las palabras que más venden y convencen.
Sin embargo, no es nada despreciable la influencia del lenguaje del cuerpo en nuestras habilidades sociales, además de ser un excelente espejo de las emociones reales de nuestros interlocutores.
¿Qué es el lenguaje corporal?
El lenguaje corporal es una forma de comunicación que utiliza los gestos, posturas y movimientos del cuerpo y rostro para transmitir información sobre las emociones y pensamientos del emisor. Suele realizarse a nivel inconsciente, de manera que habitualmente es un indicador muy claro del estado emocional de las personas. Junto con la entonación vocal forma parte de la comunicación no verbal.
El idioma del cuerpo no debe ser tomado como una verdad absoluta porque existen muchos factores ambientales que pueden influir sobre él. Por eso nunca debes llegar a una conclusión interpretando un único signo corporal; la clave está en observar conjuntos de signos congruentes entre sí y descartar posibles causas externas (temperatura, ruido, cansancio, etc).
Dicho esto, veamos todo lo que somos capaces de comunicar con nuestro cuerpo y rostro.
Las claves del lenguaje corporal
1. Significado de los gestos de la cara
El rostro es la lupa de las emociones, por eso se dice que es el reflejo del alma. Pero como en toda interpretación del lenguaje no verbal, debes ir con cuidado de no evaluar los gestos de la cara por separado ya que habitualmente forman parte de un estado emocional global y pueden dar lugar a varias interpretaciones.
¿Verdad que cuando un niño ve algo que no le gusta se tapa los ojos en un intento de hacer que eso desaparezca de su realidad? ¿O corre a taparse la boca después de decir una mentira?
Pues aunque en los adultos la magnitud es mucho menor, en cierta medida seguimos atados a este comportamiento primitivo. Y eso da muchas pistas, porque en la cara todavía se pueden detectar muchos intentos inconscientes de bloquear lo que decimos, oímos o vemos.
En general, cuando alguien se lleva las manos a la cara suele ser producto de algún pensamiento negativo como inseguridad o desconfianza. Aquí tienes varios ejemplos concretos.
- Taparse o tocarse la boca: si se hace mientras se habla puede significar un intento de ocultar algo. Si se realiza mientras se escucha puede ser la señal de que esa persona cree que se le está ocultando algo.
- Tocarse la oreja: es la representación inconsciente del deseo de bloquear las palabras que se oyen. Si tu interlocutor lo realiza mientras hablas puede significar que desea que dejes de hablar.
- Tocarse la nariz: puede indicar que alguien está mintiendo. Cuando mientes se liberan catecolaminas, unas sustancias que inflaman el tejido interno de la nariz y pueden provocar picor. También ocurre cuando alguien se enfada o se molesta.
- Frotarse un ojo: es un intento de bloquear lo que se ve para no tener que mirar a la cara a la persona a la que se miente. Cuidado con la gente que se toca mucho la nariz y se frota los ojos cuando habla contigo.
- Rascarse el cuello: señal de incertidumbre o de duda con lo que uno mismo está diciendo.
- Llevarse un dedo o algo a la boca: significa inseguridad o necesidad de tranquilizarse, en una expresión inconsciente de volver a la seguridad de la madre.
2. Posiciones de la cabeza
Comprender el significado de las distintas posiciones que puede adoptar alguien con la cabeza es muy eficaz para entender sus intenciones reales, como las ganas de gustar, de cooperar o de mostrarse altivo.
3. La mirada también habla
La comunicación mediante la mirada tiene mucho que ver con la dilatación o contracción de la pupila, la cual reacciona a los estados internos que experimentamos. Por ese motivo los ojos claros suelen ser más atractivos que los oscuros: porque permiten mostrar de forma más evidente la dilatación de la pupila, una respuesta asociada a las emociones positivas.
El lenguaje corporal ha sido objeto de mucho estudio y también origen de bastantes mitos como el que dice que el 93% de la comunicación es no verbal.
A pesar de que se ha popularizado porque mucha gente que lo ha leído se ha dedicado a repetirlo, el verdadero estudio que inició esa creencia presenta demasiadas deficiencias como para ser tomado al pie de la letra, tal y como ya comenté en el artículo sobre las palabras que más venden y convencen.
Sin embargo, no es nada despreciable la influencia del lenguaje del cuerpo en nuestras habilidades sociales, además de ser un excelente espejo de las emociones reales de nuestros interlocutores.
Seguramente conozcas personas que, pese a no ser especialmente desagradables o antipáticas, generan desconfianza. No sabrías decir qué es concretamente, pero desprenden un aura que hace que no te apetezca confesarles tus emociones reales.
Eso es porque existe una contradicción entre su comunicación verbal y su lenguaje corporal.
Otras personas, en cambio, irradian un gran carisma sin ser especialmente habladoras. Su expresión corporal está alineada con su lenguaje verbal y transmiten confianza y calidez.
Con este artículo espero que entiendas los principales conceptos del lenguaje corporal para que puedas leer mejor a los demás y corrijas los posibles errores que quizás estés cometiendo. ¡Vamos allá!
¿Qué es el lenguaje corporal?
El lenguaje corporal es una forma de comunicación que utiliza los gestos, posturas y movimientos del cuerpo y rostro para transmitir información sobre las emociones y pensamientos del emisor. Suele realizarse a nivel inconsciente, de manera que habitualmente es un indicador muy claro del estado emocional de las personas. Junto con la entonación vocal forma parte de la comunicación no verbal.
El idioma del cuerpo no debe ser tomado como una verdad absoluta porque existen muchos factores ambientales que pueden influir sobre él. Por eso nunca debes llegar a una conclusión interpretando un único signo corporal; la clave está en observar conjuntos de signos congruentes entre sí y descartar posibles causas externas (temperatura, ruido, cansancio, etc).
Dicho esto, veamos todo lo que somos capaces de comunicar con nuestro cuerpo y rostro.
Las claves del lenguaje corporal
Significado de los gestos de la cara
El rostro es la lupa de las emociones, por eso se dice que es el reflejo del alma. Pero como en toda interpretación del lenguaje no verbal, debes ir con cuidado de no evaluar los gestos de la cara por separado ya que habitualmente forman parte de un estado emocional global y pueden dar lugar a varias interpretaciones.
¿Verdad que cuando un niño ve algo que no le gusta se tapa los ojos en un intento de hacer que eso desaparezca de su realidad? ¿O corre a taparse la boca después de decir una mentira?
Pues aunque en los adultos la magnitud es mucho menor, en cierta medida seguimos atados a este comportamiento primitivo. Y eso da muchas pistas, porque en la cara todavía se pueden detectar muchos intentos inconscientes de bloquear lo que decimos, oímos o vemos.
En general, cuando alguien se lleva las manos a la cara suele ser producto de algún pensamiento negativo como inseguridad o desconfianza.
Posiciones de la cabeza
Comprender el significado de las distintas posiciones que puede adoptar alguien con la cabeza es muy eficaz para entender sus intenciones reales, como las ganas de gustar, de cooperar o de mostrarse altivo.
Presta especial atención a las posturas muy exageradas, porque significan que esa persona lo está haciendo de forma consciente para influenciarte.
- Levantar la cabeza y proyectar la barbilla hacia adelante: un signo que pretende comunicar expresamente agresividad y poder.
- Asentir con la cabeza: se trata de un gesto de sumisión contagioso que puede transmitir sensaciones positivas. Comunica interés y acuerdo, pero si se hace varias veces muy rápido puede comunicar que ya se ha escuchado bastante.
- Ladear la cabeza: es una señal de sumisión al dejar expuesta la garganta. Si lo realizas mientras asientes cuando estés escuchando a alguien, lograrás aumentar la confianza de tu interlocutor hacia ti. En el caso de las mujeres también se ha observado que se emplea para mostrar interés por un hombre.
- Apoyar la cara sobre las manos: se expone la cara habitualmente con el objetivo de “presentársela” al interlocutor. Por lo tanto, demuestra atracción por la otra persona.
- Apoyar la barbilla sobre la mano: si la palma de la mano está cerrada es señal de evaluación. Si la palma de la mano está abierta puede significar aburrimiento o pérdida de interés.
La mirada también habla
La comunicación mediante la mirada tiene mucho que ver con la dilatación o contracción de la pupila, la cual reacciona a los estados internos que experimentamos. Por ese motivo los ojos claros suelen ser más atractivos que los oscuros: porque permiten mostrar de forma más evidente la dilatación de la pupila, una respuesta asociada a las emociones positivas.
Cuando hablas sueles mantener contacto visual entre un 40 y un 60% del tiempo. Eso es debido a que tu cerebro está ocupado intentando acceder a la información (la PNL postula que según el tipo de información que estés intentando recuperar mirarás hacia un lado, pero ya se ha demostrado que eso no es cierto).
En ciertas situaciones sociales, la falta de contacto visual puede interpretarse como nerviosismo o timidez, así que simplemente haciendo una pausa antes de responder ganarás el tiempo necesario para acceder a la información sin necesidad de tener que apartar la mirada.
Posición de los brazos
Los brazos, junto a las manos, sirven de apoyo a la mayoría de movimientos que realizas. También permiten defender las zonas más vulnerables de tu cuerpo en situaciones de inseguridad percibida.
La propiocepción nos ha enseñado que la vía de comunicación entre el cuerpo y la mente es recíproca. Cuando experimentas una emoción tu cuerpo la reflejará incoscientemente, pero también ocurre lo contrario: si adoptas voluntariamente una posición, tu mente empezará a experimentar la emoción asociada. Esto se hace especialmente evidente cuando te cruzas de brazos.
Hay mucha gente que cree que se cruza de brazos porque se siente más cómoda. Pero los gestos se perciben naturales cuando están alineados con la actitud de la persona, y la ciencia ya ha demostrado que cruzarlospredispone a una actitud crítica, por muy confortable que parezca el gesto. ¡Fíjate que cuando te lo estás pasando bien con amigos no cruzas los brazos!
Estos es lo que comunicas cuando tomas una determinada postura con tus brazos:
- Cruzar los brazos: muestra desacuerdo y rechazo. Evita hacerlo a no ser que precisamente quieras enviar este mensaje a los demás. En un contexto sensual, las mujeres suelen hacerlo cuando están en presencia de hombres que les parecen demasiado agresivos o poco atractivos.
- Cruzar un solo brazo por delante para sujetar el otro brazo: denota falta de confianza en uno mismo al necesitar sentirse abrazado.
- Brazos cruzados con pulgares hacia arriba: postura defensiva pero que a la vez quiere transmitir orgullo.
- Unir las manos por delante de los genitales: en los hombres proporciona sensación de seguridad en situaciones en que se experimenta vulnerabilidad.
- Unir las manos por detrás de la espalda: demuestra confianza y ausencia de miedo al dejar expuestos puntos débiles como el estómago, garganta y entrepierna. Puede ser útil adoptar esta postura en situaciones de inseguridad para intentar ganar confianza.
En general, cruzarse de brazos implica que se está experimentando inseguridad. De ahí la necesidad de proteger el cuerpo. Existen multitud de variaciones como ajustarse el reloj, situar el maletín delante del cuerpo, o sujetar un bolso con las dos manos enfrente del pecho, pero todas vienen a significar lo mismo.
Aprender a detectar incongruencias entre el lenguaje verbal y el corporal te puede resultar muy útil. Lo que el cuerpo indica suele ser muy fiable, ya que los humanos somos incapaces de controlar todas las señales que está emitiendo.
Navarro, Pau. (2014). Lenguaje Corporal. México.
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